martes, 21 de agosto de 2007

El Ajedrez Iniciático

Por A. Z. F., V. M. K. EL TAWA MANÚ

El prominente sabio y escritor del siglo XX recientemente pasado, Dr. Samael Aun Weor, al nacer en su bella tierra de Colombia fue registrado legalmente como Víctor Manuel Gómez
Rodríguez, transcurriendo su niñez y juventud con las travesuras que son inherentes a esa etapa de la vida para cualquier mortal, aunque definitivamente señaladas de antemano para este venerable Maestro como fuera de serie, merced a varias circunstancias extraordinarias que le cupo experimentar en directa correspondencia de reciclaje a sus extraordinarias
existencias pasadas. Inquieto e hiperactivo, buscó la verdad por doquier,
adhiriéndose desde muy joven a variadas instituciones místicas
en las cuales su presencia marcó hitos con participaciones
siempre magistrales. Naturalmente que esta situación derivó
también en antipatías e intrigas que lo persuadieron a salir
muy
temprano de estas organizaciones como también de su país.
Imbuido de la pureza doctrinal rescatada de su inspirado gurú
físico el Maestro "Huiracocha" quien a la vez fundó la moderna
Gnosis al recibir su alta iniciación en Oruro, Bolivia,
inyectándola
con la riquísima tónica de la cultura Tiahuanakota, Samael
emprendió positiva labor misional en gran parte de
Latinoamérica, a finales de los años cincuenta, transmitiendo
su revolucionario Mensaje acorde con la nueva era Acuaria, para
luego establecerse en su muy querido México, instalándose con
toda su familia en el Distrito Federal hasta sus postreros días
terrenales, que concluyeron en Diciembre de 1.977.
La selección hecha para quedarse en la cuna de las
formidables civilizaciones Mayas y Aztecas, además de
aproximarse a la fuente original de su inspiración, toda vez que
el Dr. Arnoldo Krumm Heller (Huiracocha) se hallaba en México,
fue debida a la espléndida variedad cultural precolombina que
allí encontró y que sabiamente esquematizó con su
escudriñador estilo para luego transmitirse luminosa y
triunfalmente por el mundo entero mediante miles de renacidos
discípulos, quienes por todos los continentes se han esmerado
en desarrollar su íntima vocación o Auto-Gnosis.
El Maestro Samael Aun Weor, además de valiosos aportes para
la humanidad con su trascendental filosofía del "Despertar
Consciencial", basado en revolucionarios métodos de auto
inducción psicológica a partir de la singular "Clave de Sol" :
Sujeto, Objeto y Lugar, superando con creces la embrionaria
aunque importantísima aportación de Karl Gustav Jung,
investigó con verdadero ahínco y penetración ontológica
muchas incógnitas existentes hasta entonces, sobre todo
respecto a las ancestrales culturas iniciáticas habidas en la
Tierra a través de los tiempos idos, dándoles por supuesto
acertada solución mediante su inigualable enseñanza
antropogenética, por lo que no es de extrañar que hasta hoy y
con real fortuna, continúen abrevando de su inagotable venero
los auténticos aspirantes del saber, desplegando enseguida
alas espirituales propias al elevarse más allá del común
denominador en el concierto de la especie humana.
El actual momento lo encuentro oportuno para rescatar y
entregar al dominio público, un sustancial extracto de uno de los
variados como enjundiosos estudios que nos legara este
singular filósofo, Maestre de Maestros, y es en el que se tratan
algunos aspectos relacionados con el auténtico simbolismo del
llamado juego de ajedrez, toda vez que tal resolución aclara la
ingeniosa aplicación del deporte ciencia en las cuestiones
simples y elementales del diario vivir, así como el trazado de
todo un mapa guía para que se haga luz sobre las tinieblas, aún
en los avatares más intrincados, insólitos e inverosímiles
del
"ajetreo" diario, disipándose de este modo el tortuoso imperio
de la ignorancia interior, misma que arremete impetuosa contra
la armonía social, amenazando su estabilidad y consistencia.
Samael Aun Weor comienza de este modo su interpretación: "A
primera vista, el ajedrez podría calificarse simplemente como
un juego de habilidad y de cálculo estratégico mental, en el
que
algunas personas altamente ejercitadas consiguen reproducir
miles de situaciones derivadas de múltiples partidas; pero,
como tantas cuestiones en la vida, además del aspecto
superficial, existe otro oculto y más profundo que suele
presentarse a nosotros en forma simbólica y que,
frecuentemente por desgracia, pasa desapercibido".
Refiere el investigador que para los atlantes, el ajedrez
constituyó en verdad una alegoría del juego o tablero de la
vida,
permitiendo con su popularización la viable como segura
transmisión perdurable del saber contenido en el arte
iniciático,
al cual no tenían acceso las grandes mayorías, y que por este
medio, gracias al esfuerzo e ingenio de sus participantes,
llegasen a su trascendental sustancia cuantos así merecieran
este don.
En el entendido que desde las Dimensiones Superiores, los
Señores de la Llama que son Maestros Conscientes de la
Humanidad Solar, de acuerdo a los Principios Inteligentes
existentes en la Creación mueven las fuerzas mecánicas en los
diferentes Universos creando y participando sin cesar en el
teatro existencial, determinan secuencias en las que operan,
por así decirlo, con cierto equilibrio la acción y reacción
de
ambas fichas del tablero, determinando hechos evolutivos o
involutivos, en los cuales las personas dormidas resultan ser
simples fichas sin voluntad ni decisión, situación que no es
fatalmente irrevocable, toda vez que se presenta una salida
salvadora hasta para el simple peón blanco que obtiene la
corona triunfadora con auxilio de la sutil como poderosa Reina.
"Entre todos estos Seres existen grados y grados, escalas y
escalas. Cada grupo o familia, según su Rayo Particular, actúa
sobre el Tablero de Ajedrez que, como ya dijimos, constituye la
Vida Universal, ocupándose de variadísimas actividades. Por
ejemplo, algunos de esos Seres, llamados Devas, dirigen los
Departamentos elementales de la Naturaleza"
"El hombre inteligente antepone la Consciencia a las
impresiones y fundamenta, tras ello, su actuación bajo el
perfecto equilibrio entre la mente, la emoción y el centro motor.
Podemos notar que dichas cualidades resultan inherentes a
todo buen ajedrecista. Cada uno de nuestros actos constituye
una jugada. Debemos luchar para que ella no se realice en
forma mecánica e inconsciente".
Respecto al tablero, Samael afirma que éste representa el
entablado o escenario de la Vida Universal, representando con
sus cuatro lados aquel Número Sagrado que iniciáticamente se
conoce como Tetragramma y que es visible en las estaciones,
los puntos cardinales y fundamentalmente en la naturaleza
material del Ser compuesta de los cuerpos físico, vital, astral y
mental.
"El tablero consta de 8 filas y de 8 columnas. La intersección de
unas y otras generan cuadros, casillas o más precisamente
escaques; multiplicando los 8 cuadros que, en sus dos lados
conforman el tablero, obtenemos el número 64; a su vez,
sumado cabalísticamente el número resultante (6+4),
obtenemos el Arcano 10 del Tarot" .
Con referencia a las piezas que componen el ajedrez, Samael
dice: "Cada participante cuenta en total 16 piezas. El número 16
corresponde a "La Fragilidad", a la "Torre Fulminada" por el
Rayo de la Justicia Cósmica. Según los cabalistas, esta es la
Torre de la "confusión de las lenguas". Ciertamente, sobre el
Tablero, los "humanoides" no logran entenderse y forman la
Humanidad mecánica, inconsciente, dormida. En otras
palabras, constituyen la famosa Torre de Babel".
Comenzando por la pieza del Rey, Samael explica lo siguiente:
"El Rey simboliza al Real Ser Interior de cada uno de nosotros,
nuestra Estrella Interior. Su movimiento es libre, en todas las
direcciones, hacia adelante o hacia atrás, pero sólo avanza una
casilla; Como quiera que constituye la pieza principal del
ajedrez, su pérdida supone la finalización de la partida. Esto
acontece con el jaque mate".
Respecto a la Reina, Samael nos dice: "La Reina es la segunda
pieza en importancia tras el Rey. No olvidemos el dicho que reza
que, detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. En
el juego de ajedrez se presenta como la pieza más valiosa y
versátil, pues sólo ella puede, en su bando, moverse
ilimitadamente como cualquiera de las demás, exceptuando el
caballo; es decir, puede avanzar tantas casillas como desee y
en cualquier dirección, con la única restricción de no
encontrar
una pieza de su color, o rival, la que en caso de desearlo, puede
capturar".
"No es de extrañar, por consiguiente, que, cuando un peón
consigue llegar a la orilla del contrincante al permitirse el
trueque por cualquiera de las piezas capturadas, la primera
elección suela ser la dama. De hecho, la partida prácticamente
está perdida, cuando el descuido del jugador ocasiona la
pérdida de la dama".
"Al igual que el Rey y las demás piezas del juego, la Reina
también tiene dos aspectos: el blanco y el negro. En su aspecto
positivo o blanco, ella es la Divina Madre Kundalini con sus
cinco formas, ya simbolizada por los hindúes con la Vaca
Sagrada de cinco patas. Ella es María, Ram-Io o Tonanzín. Es el
aspecto femenino de Dios (Dios-Madre), o sea, una parte de
nuestro propio Ser, pero derivado".
"Siempre ha existido y existirá una cruenta lucha entre la Reina
Blanca y la Reina Negra, disputándose a sus hijos, es decir, a
la Humanidad; también representa a la Naturaleza. Cuando la
persona quiere trabajar, ayuda como también esclaviza".
Refiriéndose al alfil, explica Samael lo siguiente: "El Alfil es,
a la
vez, la Lanza Sagrada de los antiguos Misterios, el Phalo, el
Sexo, el Edén. Su función juega un destacable papel en
numerosas leyendas orientales como instrumento maravilloso
de salvación. La liberación únicamente se alcanza al ser
sabiamente blandida la lanza por el Alma que anhela. Esto
permite reducir a polvareda cósmica todas esas entidades
cavernarias que constituyen el "mí mismo".
"Por tanto, el Alfil, representativo del carácter fálico, es el
símbolo del poder sexual (viril). El Alfil puede avanzar o
retroceder tantos escaques como desee, pero siempre en
diagonal y sin salirse de su color".
"Debemos observar cómo esta pieza, al moverse en diagonal,
forma "equis". Esto nos recuerda precisamente a la Cruz de San
Andrés. El extraordinario suplicio de Andrés, lleno de enigmas
y
portentos, hizo muy célebre la Cruz en Equis, sobre la cual, en
forma despiadada, ataron sus miembros separados".
"Evidentemente, todo lo anterior se refiriere al Alfil Blanco, al
Phalo utilizado en forma positiva para lograr la Castidad
Científica mediante la transmutación alquímica. No resulta
difícil
entender que su antítesis, el Alfil Negro representa la
fornicación, la fuerza viril utilizada para el erotismo malsano,
etc."
Sobre la pieza del caballo nos dice Samael: "La etimología del
término nos rememora al ideal del caballero cristiano,
plasmado en el personaje del caballero medieval o al
fenómeno de la caballería de dicha época. El Caballo se
mueve
sobre el Tablero, en forma de "L". Esto nos recuerda a la Ley,
simbolizada, entre los mahometanos, por un caballo. Sólo esta
pieza puede saltar sobre las demás, sin importar su color. El
Caballo del juego de ajedrez singularmente nos invita a pensar
en el Centauro mitológico y en la Constelación de Sagitario".
"Realmente, el "humanoide intelectual" es todavía algo no
logrado, y por eso se desencadenan, dentro de sí, terribles
luchas entre la parte animalesca y su parte verdaderamente
humana. El "animal intelectual" es como un Centauro que debe
lanzar la flecha de su anhelo, o sea, de sus Ansias de Ser,
hacia el Sol Interior o su Real Ser, para volverse a Religar con
Él".
"La flecha constituye un símbolo de la fuerza de Eros. Por otro
lado, el arco templado representa a las tres fuerzas: Padre, Hijo
y Espíritu Santo que debe utilizar todo neófito para llegar a
la
liberación interior. El Caballo, simultáneamente, alegoriza la
osadía, el valor, la valentía, la amistad, la inteligencia y
otros
atributos de la Consciencia.
"Sin embargo, para lograr lo anterior, resulta altamente
necesario eliminar los opuestos de las mencionadas virtudes,
traducidas por el Caballo Negro. Recordemos, por ejemplo,
que, en el esoterismo del toreo, el Caballo simboliza el cuerpo
físico aún no domado y sobre el cual va el neófito,
dispuesto a
"picar" con la Lanza a la "Bestia Bramadora", es decir, al ego
animal".
Respecto a la torre ya Samael nos clarifica la importancia del
despertar insinuado por esta pieza que invita a la observación y
a mantenerse en estado de alerta, situación que debe ser
asumida disciplinadamente por el aspirante serio.
"Sin el sentido de la auto-observación psicológica, el triunfo
en
el Tablero de la Vida, resulta radicalmente imposible. No
olvidemos que toda auténtica auto-psicología, tiene tres
aspectos fundamentales: auto-observación, auto-exploración y
eliminación".
"Desde luego, la Torre (roca) está cimentada sobre la Piedra
Cúbica de Jesod, sobre el sexo, ya que el trabajo de la muerte
mística no se puede realizar, cabalmente, sin la ayuda del
Tercer Logos, o sea, de la energía creadora. También nos
recuerda la torre a las dos columnas que están a la entrada de
todo templo. Así pues, en estado de alerta, como el vigía en
época de guerra, el neófito desde su propia torre, (su cerebro,
su cabeza), aprende a transformar las impresiones. Así se evita
que la mente realice su acostumbrado procesamiento de datos,
al anteponer la Consciencia entre la Torre y las impresiones
que le vienen de todos los lados del Tablero".
"La torre sólo está construida cuando hemos desarrollado el
Fuego Solar dentro de nosotros mismos. En esas condiciones,
el Hijo del Hijo (el Segundo Logos, el Chrestos) puede penetrar
en nosotros para parlar el verbo de Oro del Primer Instante".
"En conclusión, sobre el Tablero de la Existencia, los Iniciados
deben levantar su Torre de Fuego, si es que anhelan que el
Magnesio Interior de la Alquimia, el Cristo Íntimo, nazca de su
propio pesebre".
Respecto a los peones del ajedrez, Samael los identifica, en
correspondencia con la Iniciación, a los neófitos o aprendices,
aspirantes a convertirse en Seres Conscientes de la
Humanidad Solar, pudiendo algún día liberarse de las ataduras
materiales que transcurren entre el par de opuestos de la
existencia.
"El peón presenta movimientos muy limitados: sólo puede
avanzar hacia adelante, en línea recta, de casilla en casilla.
Cuando se mueve por primera vez puede avanzar dos
escaques. Como se indicó anteriormente, cuando el peón logra
llegar hasta la octava hilera puede recuperar cualquiera de las
piezas capturadas de su bando".
"El peón blanco representa a la Esencia luchando, con la ayuda
del Rey, de la Reina, del Alfil y de la Torre Blanca, contra las
fuerzas que se oponen a su desarrollo".
"El peón negro simboliza a las fuerzas del Ego, a esos
"elementos inhumanos", siniestros, que en su conjunto forman
el "Yo", el "mí mismo". No representa otra cosa que la sombra
tenebrosa de nuestro Rey que jamás pecó".
"Cuando un peón blanco es devorado, a causa de una "mala
jugada", significa que la víctima ha sido engañada por el Ego.
Esta situación, desafortunadamente, resulta muy común sobre
el Tablero de la Vida".
"Los 8 "peones" también son "Pentalfas" invertidas, hasta tanto
no logren despertar Consciencia y fabricar los Cuerpos
Existenciales Superiores del Ser. El número 8 es el número de
las "Pruebas de Job", es un signo de dolor, de sufrimiento".
"Los 8 peones representan, además, a las 8 virtudes de nuestra
Madre Divina Kundalini, a los que nosotros debemos limpiar su
negrura hasta volverlos blancos, como condición indispensable
para que nuestra RAM IO se manifieste a nosotros".
En resumen, y luego de analizar la valiosa interpretación que
nos brinda el Maestro Samael Aun Weor, aún en este apretado
extracto, respecto al ajedrez y su innegable correspondencia o
similitud con lo que se debe llevar a cabo en el ajetreo
existencial, se simplifica entender las diferentes
manifestaciones de fuerzas oscuras hoy actuantes en la Tierra
queriendo imponer por la fuerza los aspectos más bajos de la
naturaleza animal creando por doquier caos, confusión, terror,
guerras y muerte, pero también se puede advertir que dichas
anómalas situaciones son ráfagas pasajeras, hasta cierto
punto admisibles, pero que cuando sobrepasan sus impúdicas
tropelías como ocurre actualmente con el despliegue masivo de
grosero poder y atropello bestial, es de esperarse que se hallen
muy próximas las conscientes movidas de las piezas blancas
actuando con Amor y Sabiduría para vencer luminosamente
sobre todas las tinieblas representadas por las fichas
siniestras.
A diferencia de las fichas negras que buscan el triunfo de las
cosas materiales sin importar los métodos empleados, o que el
"fin" justifique cualquier barrabasada racional o artificiosamente
justificable, o que por la torta a repartirse muchos elementos
tenebrosos participen en el festejo del botín supuestamente
logrado, debe tenerse presente que la Justicia Divina interviene
más temprano que tarde, poniendo las cosas en su lugar, pues
si por ley de contrastes la oscuridad sirve de escenario para
que se pueda admirar la plenitud luminosa, cerca se halla la
alborada de un nuevo amanecer para la humanidad, luego que
la condición animal haya sido transformada de la psiquis
degenerada del hombre, dando paso al advenimiento de una
general elevación espiritual que permitirá al fin gozar en la
Tierra de esa Paz y Armonía que nos reconozca a todos como
hermanos, sin diferencias de ninguna clase, incluyendo a las
especies de los demás reinos de la Creación, conformando
una gran fraternidad universal.


* Un análisis referente al estudio del V. M. Samael Aun Weor sobre el tema del Ajedrez.

2 comentarios:

David Serrate dijo...

Hola:
Me reconforta saber que hayan transcrito aquí en este blog, en beneficio de quienes les pueda aprovechar su contenido, un tema que escribí años atrás,empleando mi Sagrado Signo Interno, tema que fue titulado "El Ajedrez Iniciático" y que publicaron muchas listas gnósticas en su oportunidad.
Para quienes les pueda servir y/o interesar, les invito a visitar mi web www.igeom.com y si tienen alguna inquietud por la cual les pueda auxiliar, pueden comunicarse directamente con mi persona mediante el correo davidserrate@comcast.net
Gracias:
Atte.:
Dr. David Serrate Pérez
A.Z.F., V.M.K. EL TAWA MANÚ
Kent, Washington, Abril 12 del 2008

V.M. SAMAEL AUN WEOR dijo...

ESTO CIERTAMENTE NUNCA LO HABIA LEIDO. DE SACO BASTANTES CONCLUSIONES YA QUE AMI ME GUSTA DESDE NIÑO JUGAR AJEDREZ Y NUNCA ME IMAGINE QUE FUERA UN SIMBOLISMO TERRIBLEMENTE DIVINO.

BUENO QUE DIOS BENDIGA A LA HUMANIDAD Y AL MAESTRO DAVID PARA QUE SIGA RECLUTANDO SOLDADOS PARA LA MUERTE EGOICA DE NUESTROS DEFECTOS PSICOLOGICOS. QUE SEA, QUE ASI SEA.